Y esa pancita que amaría besar, sentir, suave, liza, esa que me quita
el aliento, me roba un suspiro y me desespera en las ganas,
Esa pancita que sólo yo sé, de admirar, de esta sensación inexplicable
que me provoca, y me condena en las ganas, en las ganas de besarte, de
sentirte.
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Suspiro tu nombre, tu rostro, tu figura.
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Te extraño, aunque odio esa palabra y ese sentimiento, te extraño,
Mis ojos extrañan admirar tu figura única, enloquecer en tu piel como
rey y dueño de lo que querría fuese sólo mío,
Mis manos te buscan, buscan tu cuerpo suave adhiriéndose al mío,
insaciable desde lo más profundo de mí,
Mis recuerdos te traen, mis brazos te quieren, mi suspiro se
entristece, en lo más hondo tu risa lo escucho en la distancia, tu forma de ser
junto a mí que me enamoran en un instante, tus movimientos que me dan vida y
muerte,
Tanto extraño esos instantes de amor eterno contigo que correría a
buscarte, pero sería correr hacia tu conciencia que no entiende y tu corazón
sin memoria que me reclaman lo que no necesitas y no quiero darte.
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