Quisiera urgar en tus pensamientos,
en tus ideas, en tus recuerdos y tus miedos,
en tus historias de amor, de locuras, de tristezas y alegrías,
en aquellas que te llenaron de alegrías, o marcaron un montón de cicatrices que no te dejan seguir con libertad, con aquella libertad inocente y arriesgada de tu infancia,
Quisiera adentrarme en ese mundo infinito que tienes, de momentos que ya ni recuerdas, pero hoy no te dejan ser libre, tan libre como para quererme, como para querer,
Quisiera encontrar las respuestas a tus preguntas, saber cómo borrar las oscuras sombras que te llenan de miedo, descubrir la clave que te encerró, aquella que te hace ver el mundo que quieres, pero al que no puedes salir.
No quisiera ser el que amas más que a nadie, pero sí el que te enseñe a amar más que nadie, a saltar por la ventana o abrir la puerta que te lleve a reír, a sentir, a vivir y a ser lo que eres, una mujer sin medida, una mujer dueña de sí, de sus locuras, una que ama y ríe con facilidad.
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